Porque también he estado ahí
Soy Victoria, y durante años vi cómo los cuerpos sufrían sin que nadie los escuchara. Me diplomé en Fisioterapia y al cabo de pocos años de practicar Yoga me di cuenta de que no todo se podía explicar con la anatomía.
El yoga y el mindfulness me han enseñado a abrazar la amplitud humana del ser. Gracias a estas prácticas acompaño a cada persona desde un espacio de apertura, creando un lugar seguro donde puede permitirse ser auténticamente. Cuando eso ocurre, el sistema nervioso se calma, y la posibilidad de sanación se abre con suavidad y confianza.
Una mirada amplia, un mismo anhelo
He tenido el privilegio de viajar por distintas partes del mundo y convivir con realidades muy diversas. Desde comunidades indígenas en Centroamérica, India y África, hasta personas ejecutivas sumidas en el vértigo del estrés, pasando por artistas de circo, bailarines y docentes de escuela infantil. En esa aparente diversidad descubrí un hilo común: el anhelo profundo de ser escuchad@ sin juicio.
Soy madre de dos niños y la vida me ha llevado a acompañar sesiones y talleres de yoga en familia y atención plena. Espacios donde todos estamos en el mismo barco, aceptando lo que es y aflojando tensiones físicas, mentales y emocionales.
Cada proceso es único
Aquí no hay fórmulas mágicas ni plantillas. Lo que me mueve es escuchar, adaptarme y respetar. Creo en la coherencia entre lo que digo y lo que hago, en la honestidad como base de cualquier acompañamiento, y en la confianza que se construye paso a paso, sin forzar.
¿Por qué elegirme?
No soy solo terapeuta, soy alguien que también ha necesitado ayuda. Por eso entiendo lo importante que es sentirte cómodo, acompañado y sin juicios. Mi objetivo no es corregirte, sino ayudarte a reconectar contigo.
Un enfoque integral
Cuerpo, mente y emociones trabajan juntos. Aquí todo cuenta y todo se acompaña.
Adaptado a ti
No hay protocolos cerrados. Cada sesión parte de cómo estás y qué necesitas.
Espacio seguro
Puedes ser tú, sin exigencias. Cada sesión está pensada para tu realidad, no para una idea.